Impuesto de circulación: ¿Por qué se paga?

Un país necesita que su población cancele los aranceles para poder destinar el dinero a obras, o mantenimientos, públicas de forma equitativa. Los tributos son hechos imponibles y, generalmente, sus montos son establecidos de acuerdo a lo que se considere necesario para cuidar un espacio determinado. El Impuesto Sobre la Renta Fija, Impuesto Sobre el Valor Agregado, Impuesto de Circulación, son parte de los que existen, prácticamente, en todo el mundo.
¿Qué es el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM)?
Se trata de un impuesto completamente obligatorio en algunos países que exige la cancelación de titularidad para circular libremente por vías públicas. Cabe destacar que todos los automóviles lo cancelan, debido a que no tiene que ver con su clase ni categoría; no obstante, hay vehículos especiales que no tienen dicha obligación. El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) guarda relación con aquellos matriculados por las direcciones de tráfico en un territorio; sin embargo, incluye los que tengas permisos por un tiempo determinado.
A pesar de que tenga que ver con el tráfico terrestre, su pago lo reciben los ayuntamientos municipales, ya que son los encargados de examinar, tramitar y recaudar todo sobre dicho impuesto. Se considera un gasto fijo porque los dueños de los carros deben hacerlo cada año desde el momento que adquirió el vehículo. Asimismo, su costo es diferente entre municipios y, evidentemente, entre países.
Excepción del impuesto de circulación: ¿Cuáles vehículos no tienen la obligación de cancelar?
- Vehículos oficiales; es decir, aquellos que sean propiedad del Estado. Incluyendo diplomáticos, consulares o de representación internacional.
- Vehículos de transporte público, como por ejemplo microbuses y autobuses.
- Automóviles para personas con discapacidad de movilidad reducida con un 33% reconocida, como mínimo, sin importar si está a título propio o de terceros.
- Las ambulancias o cualquier otro particular que sea utilizado para el traslado de personas enfermas o emergencias médicas.
- Tractores, remolques y otros vehículos que tienen que ver con la inspección agraria.
- Automóviles de colección.
¿Cuáles son las bonificaciones del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM)?
Dependiendo a cierta cantidad de características, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) será menor o mayor. Las cuotas son modificables estudiando cada ventaja, o desventaja, que esto aplique para el ambiente o la población en general. Si bien es cierto, no todos los vehículos aportan contaminantes, pero algunos necesitan ser beneficiados por ser más limpios. Existen tres tipos de bonificaciones para dichos casos y son:
- Un 50% para los matriculados en zonas específicas.
- Aquellos bólidos que no sumen contaminantes al medioambiente, obtienen un máximo de 75% en bonificaciones.
- Hasta un 100% para los vehículos que se consideren antiguos, de colección; es decir, aquellos que tengan más de 25 años.
¿Dónde se paga el impuesto de circulación?
Como ha sido mencionado anteriormente, se debe realizar los primeros días del año y en el ayuntamiento de la comunidad en donde resides. De hecho, cuando se desea vender un vehículo, es imperativo haber pagado el impuesto, ya que será un poco más complicado hacerlo más adelante por el cambio de titularidad. Debido a esto, se han establecido distintos métodos de cancelación para cumplir con la obligación tributaria y no evadirla:
- Colocar la recepción del recibo a los entes financieros. Con esta opción es posible colocar, anualmente, la deuda a la cuenta bancaria del propietario vehicular.
- Recibir la factura del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) en la dirección domiciliaria y cancelar el tributo directamente en el banco o en el ayuntamiento correspondiente.
- Realizar el pago por medio de una llamada telefónica o de internet. Cabe destacar que esta posibilidad dependerá del país donde se efectúe, ya que no todos cuenta con estos avances.
Cambio de domicilio: ¿Afecta el pago del impuesto de circulación?
Cuando una persona adquiere un bólido, nuevo o usado, el cambio de titularidad es realmente obligatorio; por esta razón, el comprador debe informar al ayuntamiento o a la dirección de tráfico más cercana para hacer las modificaciones pertinentes. Lo mismo ocurre cuando se trata del cambio de domicilio, ya que la persona está en la obligación de participarlo al ente correspondiente para poder circular con completa libertad. Recuerde que, dependiendo de su dirección, tendrá un ayuntamiento.
Quizás es un decreto poco conocido, pero existe un tiempo limitado de 15 días hábiles para hacer ésta modificación. Por ello, en la actualidad y gracias a los avances tecnológicos, se conocen diversos métodos para el cambio de domicilio por el impuesto de circulación. A pesar de que se puedan realizar por la vía web, se otorga la atención personalizada a los usuarios; no obstante, es necesario contar con una cita previa para que sea atendido el día que se ha dispuesto. Para efectuar la modificación domiciliaria con la mayor satisfacción posible, es necesario contar con la planilla, la nueva dirección con exactitud y el permiso de circulación. No olvide que el documento de identidad debe estar vigente.
¿Por qué se paga el impuesto de circulación?
Es común que las personas se pregunten el porqué deben pagar un impuesto en especial y esto no debería ser. Al inicio mencionamos que éstos se utilizan para costear gastos de infraestructuras públicas que beneficien a la comunidad en general, por ello es vital que se pague cualquier impuesto. Ahora bien, el dinero obtenido en los ayuntamientos por el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) es destinado al cuidado de las carreteras y espacios de circulación automovilística. Por esta razón es que los Gobiernos imponen los tributos derivados del uso y la pertinencia.
De hecho, evadir la responsabilidad del pago del impuesto de circulación, o de cualquier otro, acarea consecuencias de recargo que, sin lugar a dudas, deben cubrirse en la brevedad posible. El Estado está en la obligación de exigir el pago por distintos medios y si aún el contribuyente sigue sin hacerse responsable de sus obligaciones, se puede dar pie a la aparición de embargos hasta el momento que la administración considere que se ha cancelado en su totalidad.