Pensión contributiva y no contributiva

La mayoría de los Gobiernos ofrecen Seguridad Social a su población. El sistema garantiza cierta cobertura, en diversos aspectos, de los habitantes. Generalmente, se obtienen después de haber aportado su granito de arena en la construcción de un país determinado en el tiempo que estuvieron trabajando. Sin embargo, hay otro tipo de beneficios que se conoce como pensión no contributiva.
Se tratan de unas prestaciones económicas que ofrece la Seguridad Social para aquellos que no cumplen los requisitos completos para gozar de la pensión contributiva. Se otorgan más que todo a quienes estén en una situación económica delicada y no tengan el acceso a los recursos suficientes para subsistir.
Una de las razones por las que necesitan de la pensión no contributiva es porque no han podido cotizar por el tiempo necesario o nunca lo han hecho. Dentro del grupo de pensiones no contributivas se encuentran la de invalidez y la de viudedad.
Ambas aseguran a los ciudadanos en situación de jubilación, en estado de necesidad económica, en asistencia médica, medicamentos de forma gratuita y otros servicios sociales. Además, reconocen la orfandad a favor de los familiares.
¿Por qué son necesarias las pensiones?
La disposición de los Gobiernos de brindar pensiones es una buena opción. Les permite a los individuos comenzar a ahorrar antes de la vejez. La transición que vive una persona durante la etapa de retiro no debería ser muy drástica, por lo que el consumo debe mantener un equilibrio y de este modo de garantiza el bienestar del contribuyente. Las pensiones son necesarias porque:
- Reducen el riesgo de que la personas que no ahorran para la vejez se aprovechen de otros que sí lo hicieron.
- Previene que algunos queden en la pobreza absoluta y caigan en la indigencia.
- Trae como resultado el nacimiento de rentas vitalicias, que de otro modo existirían por “selección”. Es decir, lo buscarían aquellos que aspiran vivir muchos años y otros quedarían por fuera del mismo. Incluso, solo se interesarían quienes se sientan más propensos a enfermarse.
Diferencia entre las pensiones
Como hemos mencionado anteriormente, existen dos tipos de pensiones: la contributiva y la no contributiva. Son ingresos a cargo del Estado, pero sus diferencias principales se encuentran en cómo acceder a ellos y la gestión de las mismas, ya que los requisitos para que te la concedan serán distintos.
En la mayoría de los países del mundo, las pensiones se adquieren por medio del trabajo remunerado, lo cual te lleva a asegurar una cobertura limitada de manera informal. Finalmente, cuando llegue el momento de que agotes tus fuerzas o te jubiles por salud, tienes acceso a la Seguridad Social de la Nación. La edad a la cual se permite recibir dichos ingresos, generalmente, es a los 65 años. No obstante, hay otras zonas en donde es un poco menos.
Para gozar de la pensión contributiva es necesario cumplir con la edad requerida y haber cotizado el tiempo mínimo de años y con estás dos acciones, podrás acceder al 50% de tu base reguladora. Por el contrario, las pensiones no contributivas son concedidas dependiendo de la situación de los ingresos de la persona, independientemente si cumpliste un plazo determinado o no.
Requisitos para la pensión no contributiva
Las pensiones contributivas tienen otra función adicional y es que son financiadas vía impuestos y contribuciones del Seguro Social. Se encuentran dirigidas a los adultos mayores que no han sido capaces de ahorrar y no puedan enfrentar la vida sin una pensión social. Cuando los países tienen altos índices de desigualdad, los contribuyentes tienen responsabilidades bastante altas. Los requisitos para la pensión no contributiva son:
- No contar con los ingresos suficientes para tener una vida digna dentro de un país.
- No tener derecho a una pensión contributiva por no haber cotizado el tiempo suficiente.
- Para la pensión no contributiva por jubilación, hay que superar la edad mínima y haber residido en el país. Y en caso de la pensión no contributiva por invalidez se debe tener entre los 18 y 65 años de edad. Además, la incapacidad o grado de invalidez debe ser superior al 65%.
Pensión contributiva mínima
Según estudios realizados, hay más de 100 planes de pensiones contributivas y no contributivas repartidos en distintos países a nivel de riqueza. Dependiendo de los programas establecidos, cada plan tendrá su originalidad. Sin embargo, comparten el objetivo principal que es mejorar el nivel de vida de sus contribuyentes y la lucha contra la vulnerabilidad económica de los mismos.
La pensión mínima contributiva en cualquier parte del mundo se calcula a partir de los años cotizados en el sistema y la base de regulación. En Europa, es de 8.420,60 euros, pero en América Latina es difícil el cálculo global debido a la diferencia de ingresos del país y el tiempo de jubilación. En cambio, la cuantía de las pensiones no contributivas se establece en función de las rentas personales de los beneficiarios y de su unidad económica de vivienda.
Solicitud de pensión contributiva y no contributiva
A pesar de que se hacen presentes los detractores sociales que están en contra de las pensiones no contributivas, los Gobiernos están en la obligación de garantizarle una vida digna a sus jubilados. Además, dicha opinión se ve fuera de lugar en el instante que, hasta el trabajador más humilde debe pagar impuestos por los productos que consume a lo largo de su vida.
Las pensiones contributivas se solicitan de manera centralizada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Las pensiones no contributivas se encuentran bajo el amparo de la Comunidad Autónoma que a su vez tienen transferidas sus funciones y servicios a otros institutos. Su financiación se nutre de los fondos de Seguridad Social y las pensiones no contributivas mediante transferencias de créditos a la misma entidad.
Para solicitar la pensión no contributiva, se debe presentar una carta en las oficinas que se encarguen del proceso. Asimismo, se debe adjuntar la identificación de la persona beneficiaria y el certificado que avala la petición, en conjunto con la documentación que justifique los ingresos.